Dos alumnas explicitando conocimiento sus compañer@s. Fotografía by Á Fidalgo.
Muy al contrario de lo que muchas personas piensan, impartir un clase (una buena clase) no es una tarea sencilla. La visión simplista del trabajo de un profesor es que unos días antes de clase se lee un libro y luego “regurgita” en clase lo que ha leído.
Es cierto que lo primero que debe tener el profesorado es el conocimiento que desea impartir. Este se puede adquirir desde varias fuentes (libros, experiencias, casos prácticos) y, en algunas ocasiones, además, el profesorado ha debatido y contrastado ese conocimiento con otros colegas e, incluso, es posible que haya trabajado con ese conocimiento y por tanto tenga una visión aplicada del mismo.
Desde el punto de vista del conocimiento, el profesorado ha realizado dos fases: la interiorización (aprendizaje del conocimiento desde diversas fuentes, así como aprendizaje a partir de la experiencia de…
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