Probablemente más de alguna vez nos preguntamos por que los niños egresan sin saber lo que desean estudiar, no reconocen lo que los hace únicos e irrepetibles, paradójicamente nos cuestionamos la razón por la que al avanzar en edad escolar pierden las ganas de participar, la motivación que les era tan característica en los primeros años.
La respuesta es clara y dolorosa, hicimos todo lo posible para que eso sucediera.
Primero, atiborrados de contenidos, mallas curriculares eternas, obligatorias y medibles en pruebas estandarizadas en las que el Establecimiento y sus profesores se juegan la vida. Léase Simce, PSU.
Segundo, asignaturas impartidas como si no existiera nada más y sin ninguna conexión entre ellas, en la mente de los niños quedan verdaderas cápsulas de contenidos que no logran interrelacionar y lo que es peor con mínima aplicación en la vida diaria.
Tercero, el que piensa diferente, disruptivo, toma otra calle del…
Ver la entrada original 249 palabras más
Cristina Guadalupe 